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PERFIL - SABADO 9 DE AGOSTO DE 2015


AL MAESTRO, CON AFECTO


Barenboim fue agasajado por amigos y con tango


El músico admiraba a su colega Horacio Salgán y fue su hijo César al piano quien tocó para él. En esta reunión también estuvo Felipe González, quien participará hoy con Barenboim en un Simposio de reflexión en el Colón.

La música como herramienta unificadora de los pueblos que buscan vivir en paz. Esa es la idea madre que plasmaron Daniel Barenboim y el filósofo Edward Said cuando en 1999 crearon la West-Eastern Divan Orchestra. La inspiración para tal nombre due Divan, en un libro de poemas de Goethe que comienza con “Norte y Oeste y Sur se hacen astillas,/ los tronos se estremecen, los reinos tiemblan,/huyamos al puro Oriente/ a saborear el aire de los patriarcas?”. “Divan” significa “colección de canciones”. Por eso la traducción al españor del nombre de la orquesta resulta, al menos desprolija.

Para su conformación, el director de orquesta argentino reunió a jóvenes musicales palestinos, árabes e israelíes, para demostrar la convivencia armónica entre culturas que parece exhibirse como rivales. Con la Divan, desde 2002 recorre el mundo y con ella se viene presentando en el Teatro Colón junto a Martha Argerich.

En agosto de 2014 el grupo interreligioso que, entre otros, lidera Jorge Enriquez y la joyera Claudia Stad se reunieron con Daniel Barenboim para proponerle realizar el Concierto de paz en una comunidad: el Templo Libertad. Pero el director de orquesta redobló la apuesta: realizar un concierto en cada una de las tres comunidades presentes, es decir, Templo Libertad -cuyo referente es Sergio Bergman-, Centro Islámico -a cargo de Omar Abboud- y, en la Catedral Metropolitana (territorio del Arzobispo Mario Poli). Y de esta manera dar un nuevo ejemplo de convivencia a través de la música. El proyecto se concretará con tres sucesivos conciertos hoy y el 5 y 6 de agosto.

Y fue por este motivo que el jueves se agasajó a Barenboim en la joyería Jean Pierre. Esta vez, él no se sentó al piano sino que se limitó a disfrutar que otro lo hiciera.

Como la anfitriona sabía que le gustaba el tango y que uno de sus músicos favoritos era Horacio Salgán, por eso, invitaron a su hijo -también pianista– para que interprete junto al guitarrista Esteban Falabella, dos de los tangos favoritos de Barenboim: Hotel Victoria y Malena con arreglos originales de Salgán padre. Y también todas las vidrieras de la joyería se decoraron con una retrospectiva del director de orquesta a modo de homenaje.

Entre los invitados estuvo Felipe Gonzalez quien hoy sábado en el Teatro Colón y en el marco del Festival de Música será uno de los oradores del Simposio de reflexión, junto a figuras relevantes, que potencian y pregonan el diálogo interreligioso.

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